Mediación Bilingüe
El idioma no debe ser una barrera para una efectiva resolución de una disputa o conflicto legal.
En los casos de personas hispanohablantes, es muy importante entender cómo las barreras lingüísticas y culturales pueden interferir con la resolución exitosa de un caso durante la mediación. Como mediadora bilingüe, me aseguro de que todos los participantes puedan comunicarse de manera efectiva en un ambiente seguro y cómodo, disminuyendo las barreras culturales o lingüísticas.
La falta de comunicación y los malentendidos son dos de los obstáculos más grandes en la mediación. Estos pueden amplificarse cuando se utiliza un intérprete, independientemente de cuán hábil sea el intérprete. Un intérprete calificado puede ser costoso. Además, debido a que el intérprete debe escuchar, procesar y luego transmitir lo que se ha dicho, la comunicación es mucho más lenta y, a veces, interrumpida.
Como resultado, además de la comodidad esencial de tener un mediador que hable tu idioma preferido, la mediación será más conveniente y rentable.