Usted y su cónyuge o pareja han decidido que se van a separar.  No quieren que su relación infeliz afecte la vida de tus hijos.  Son cordiales el uno con el otro y no desean gastar miles de dólares en honorarios de abogados.  Deciden llegar a su propio acuerdo informal: los niños pasarán la mayor parte del tiempo con usted y su “ex” los tendrá cada fin de semana de por medio y tal vez una o dos veces por semana.  Usted compartirá los gastos y su cónyuge o pareja se compromete a darle $500 al mes en manutención para los hijos.

Este arreglo informal y casual funciona por un tiempo hasta que tengan un desacuerdo importante sobre si los niños participarán en una actividad determinada.  O encuentra a otra persona con la que puede ver desarrollando una relación a largo plazo, pero su “ex” no lo aprueba.  O su “ex” quiere mudarse al otro lado del estado y tener a los niños durante todas las vacaciones de primavera, verano e invierno.  O se da cuenta de que su “ex” no ha estado pagando la parte adecuada de la manutención para los hijos… la lista sigue y sigue y sigue.

No tiene un plan oficial de crianza firmado por ambas partes y aprobado por la corte.  En otras palabras, no tiene el contrato legal que lo protegerá en la corte.  Ahora, las batallas legales comienzan, y terminará gastando miles de dólares en honorarios de abogados.  Peor, debido este acuerdo informal que parecía funcionar “bien” ya no está “bien,” es probable que sus hijos tengan que lidiar con nuevos cambios en su vida después de haberse acostumbrado a su nueva vida con sus padres separados.

Tener un plan de crianza durante un divorcio o separación es crucial porque establece pautas claras para las responsabilidades de crianza compartida, el horario y la toma de decisiones con respecto a los hijos. Ayuda a reducir los conflictos, proporciona estabilidad a los niños y garantiza que ambos padres participen en su crianza.  Además, es un punto de referencia y un contrato legal en caso de disputas o cambios en las circunstancias.

Puede tener un Acuerdo de Conciliación Mediado, que incluya un plan de crianza, sin tener que pasar por el arduo gasto emocional y financiero de un litigio con lo que se conoce como Mediación Previa a la Demanda.

Una vez que las partes firman el Acuerdo de Conciliación Mediado, se presenta ante el tribunal y se convierte en un contrato legal vinculante que lo protegerá a usted y a sus hijos en el futuro.

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